Yeny Díaz Wentén
Invitación
Qué se hace cuando se ama al diablo
y se desea unir las esquinas de los pulsos
hilando la distancia cruzando volcanes que nos estimulan,
oyendo cada latido que manda devastar todo
de miedo de ira y acurrucarme en su porte
catadura a su mano la entrega de la carne
y nadarlo siendo un río tenue temiendo al mar siempre donde vive
el corazón de mi feroz amarte pura y seca con deseo de sol
y hacerme barro de serpiente azul
deslizarme caliente y dorada
en el volcán que es mi diablo de mar
de invierno mi querido soy la jaula que roza tu cola.
Acá en mi fértil cuna y agrietada por tus aguas
te deseo con libertad de pájaros
cómo dejarte partir diablo mío
si no hay culebra de tierra que no ame al mar
deseo te hirviente con tu lava ardiendo
tus venas la rabia déjame
ser tu serpiente verdeazul
un ramillete de aves que se posó en tus ojos míos
quieres sonido? te hago música seré música
amaré las aguas para nadar a ese volcán
allá abajo en esa llama que tú eres mío.
Mi diablo con grietas eternas el que hace cantar los metales
la culebra de agua que me palpa y se incrusta
tus manos a mis brazos
como yo quebradas y dolores tengo nos traspasamos
siento el color de tu leche que me roza desde ese mar
tú amar mío
tu mar mío
He bajado apagando tu rabia con mi beso de piedras y ramas
en la frente de tus mareas enlazando tus animales a los míos
tus maldades a las mías, branquias a manos algas a raíces
Diablo de agua a culebra de tierra
unidos por la cintura embistiéndonos
No hay diablo sin sol
ni sol sin diabla.